Metrobus de campaña y el misterio de los adoquines

por Patricia García
para Ambito Financiero
 Apuesta tan fuerte Mauricio Macri a que el llamado Metrobús le recompensará en votos, que le advirtió al responsable de la obra, Guillermo Dietrich, que "si no está terminado en agosto, pasás a servir café. El jefe de Gobierno quiere lucir ese corredor polémico en la avenida 9 de Julio como su principal logro antes de las elecciones, pero no es el titular de Transporte, Dietrich, el único funcionario que tiene calendario a término con la campaña electoral. El ministro de Espacio Público, Diego Santilli, a la vez candidato a senador porteño, se distendió ayer en un retrasado almuerzo de agasajo a periodistas y explicó que "el 15 de agosto me tengo que ir", pero no de la gestión, claro, sino "del centro". Santilli usó esa frase para explicar que a mediados del mes próximo se propone terminar todas las obras que se están desarrollando en el centro de la Ciudad de Buenos Aires (no a dejar el ministerio, lo que hará en diciembre si consigue la banca a senador para la cual se postula), aunque el plazo cae después de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Dará aire así al complicado tránsito en el distrito que se hace más difícil por la cantidad de calles, plazas y veredas en reparación. Inclusive la peatonal Florida podrá estar para entonces totalmente refaccionada y con modernos canteros. Casi como para amigar a los vecinos con las campañas políticas que suelen saturar. No fue todo. De paso, el ministro reveló una pregunta que ha generado movimientos barriales para conocer su respuesta: dónde van a parar los adoquines que se están quitando de las calles porteñas. Explicó Santilli que se está construyendo el camino de sirga en la vera del Riachuelo. Como sea,
el Metrobús -obra en la que también interviene Espacio Público- se ha convertido en el principal objetivo de campaña de Macri, que lo recorrió en bicicleta el pasado fin de semana, y que ayer presentó una parada modelo, la parada electoral se diría ya que estuvo acompañado por los candidatos a diputados y senadores del PRO. Macri recorrió la estación Yrigoyen, que está en esa calle y la intersección con la 9 de Julio y Alsina, y prometió que los usuarios de los colectivos que recorran ese carril "van a recuperar una hora de tiempo todos los días". "Esta parada, que ya está absolutamente terminada, es un modelo de cómo va a funcionar el servicio, con todas las señalizaciones y comodidades", explicó el jefe de Gobierno. "El Metrobús nos acerca cada vez más al objetivo de convertir a Buenos Aires en una ciudad verde, con menos contaminación, con menos ruido y con menos accidentes, y vamos a recuperar calles como Suipacha y Esmeralda", exaltó el mandatario. Para Macri, el carril de colectivos, apodado Metrobús, "permitirá que la gente ya no tenga que moverse en calles angostas e incómodas para subir a los colectivos con todos los riesgos en materia de accidentes que eso siempre implica". Según el Gobierno porteño, 200 mil pasajeros diarios que utilizan 10 líneas de colectivos se incrementarán con el estreno del nuevo Metrobús. El candidato a diputado nacional por el PRO, Álvaro González, aseguró que "con las obras del Metrobús, Mauricio Macri se puso del lado del 70 por ciento de los porteños que viajan en colectivo". Finalmente, Macri apuntó a la polémica del inicio de la obra, diciendo que "en términos de calidad de vida va a significar un cambio fenomenal" para la zona céntrica de la Ciudad y apuntó que con la incorporación de más de 500 nuevos árboles la avenida se transformará en un "complejo verde". En su momento hubo amparos para impedir la remoción del arbolado de la avenida. "Quien no toma riesgos no puede resolver problemas. Cuando estén finalizadas las obras recién podremos sacar conclusiones", afirmó González.

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