por Patricia García
para Ambito Financiero
Con una entrega de una decena de proyectos de ley, Mauricio Macri abultó, en la noche del miércoles, el paquetazo de normas que, tal como anticipó este diario, busca sancionar antes de fin de año para evitar que pasen a debate con la nueva Legislatura que se renovará en diciembre. El remate de inmuebles, la sesión de predios, la construcción de un shopping y la cesión de un espacio importante para una productora de TV son los más polémicos a los ojos de la oposición.
El listado ya llega a 37 proyectos, algunos de los cuales intentó el PRO votar el año pasado mediante un pacto con el kirchnerismo, pero no pasó de allí. Ahora Macri apura a sus legisladores que ya se sienten en problemas. Es que dentro del paquete hay unas 20 leyes que requieren mayorías especiales, o de 31 votos (la mitad más uno del recinto) o de 40 votos y doble lectura. Además, el calendario electoral prevé inactividad legislativa en las semanas más cercanas a los comicios del 27 de octubre. Pero el PRO cree que se aliviará el clima una vez que pasen las elecciones.
La campaña electoral, claro, le impone otro escollo, que para dar una idea lo vivió ayer el macrismo al no poder sumar tres votos prestados de los 28 que retiene para sancionar el permiso para un endeudamiento de u$s 190 millones destinado a comprar 105 vagones para la línea A del subterráneo.
Para sancionar las iniciativas que requieren dos tercios de los votos, el PRO va a necesitar más que aliados, un bloque completo, sea la Coalición Cívica, el kirchnerismo o Proyecto Sur para completar el número, una oposición que se muestra dura al menos en campaña.
Dentro de esos proyectos difíciles para Macri está la realización de un Centro Metropolitano Audiovisual, que según el candidato de UNEN, Adrián Camps, se trata de la sesión de viejo Mercado de pulgas ("El Dorrego") que se le daría a la productora del actor Adrián Suar para que lo construya y administre a cambio de unos 5.000 metros cuadrados para la Ciudad y cocheras.
También está el megaplán conocido como proyecto Comuna 8 (villa Lugano, Soldati y Riachuelo), que tiene resistencia porque desde la Coalición Cívica aducen que se trata de la cesión de 70 hectáreas verdes para distintos usos; la construcción de unCentro de Convenciones de primer nivel donde está la llamada Feria Municipal de Exposiciones; un nuevo régimen de promoción cultural; una nueva ley de compras y otra para la readecuación de precios en los contratos de obra pública o servicios; la venta de la sede del Ministerio de Salud que está sobre la avenida Carlos Pellegrini y entre otras propuestas, la obligación a los comercios de contar con vidrieras y una iniciativa para bajar la cantidad de publicidad callejera.
No es todo. Macri también reflotó un listado de 41 bienes inmuebles que tiene la Ciudad de Buenos Aires para solicitar que los legisladores le permitan rematarlos (entre ellos figura un predio de 18 hectáreas en el partido bonaerense de Ituzaingó donde se encuentra el Hogar de Ancianos Martín Rodríguez) y un proyecto para la construcción de un shopping en el barrio porteño deCaballito.
El listado ya llega a 37 proyectos, algunos de los cuales intentó el PRO votar el año pasado mediante un pacto con el kirchnerismo, pero no pasó de allí. Ahora Macri apura a sus legisladores que ya se sienten en problemas. Es que dentro del paquete hay unas 20 leyes que requieren mayorías especiales, o de 31 votos (la mitad más uno del recinto) o de 40 votos y doble lectura. Además, el calendario electoral prevé inactividad legislativa en las semanas más cercanas a los comicios del 27 de octubre. Pero el PRO cree que se aliviará el clima una vez que pasen las elecciones.
La campaña electoral, claro, le impone otro escollo, que para dar una idea lo vivió ayer el macrismo al no poder sumar tres votos prestados de los 28 que retiene para sancionar el permiso para un endeudamiento de u$s 190 millones destinado a comprar 105 vagones para la línea A del subterráneo.
Para sancionar las iniciativas que requieren dos tercios de los votos, el PRO va a necesitar más que aliados, un bloque completo, sea la Coalición Cívica, el kirchnerismo o Proyecto Sur para completar el número, una oposición que se muestra dura al menos en campaña.
Dentro de esos proyectos difíciles para Macri está la realización de un Centro Metropolitano Audiovisual, que según el candidato de UNEN, Adrián Camps, se trata de la sesión de viejo Mercado de pulgas ("El Dorrego") que se le daría a la productora del actor Adrián Suar para que lo construya y administre a cambio de unos 5.000 metros cuadrados para la Ciudad y cocheras.
También está el megaplán conocido como proyecto Comuna 8 (villa Lugano, Soldati y Riachuelo), que tiene resistencia porque desde la Coalición Cívica aducen que se trata de la cesión de 70 hectáreas verdes para distintos usos; la construcción de unCentro de Convenciones de primer nivel donde está la llamada Feria Municipal de Exposiciones; un nuevo régimen de promoción cultural; una nueva ley de compras y otra para la readecuación de precios en los contratos de obra pública o servicios; la venta de la sede del Ministerio de Salud que está sobre la avenida Carlos Pellegrini y entre otras propuestas, la obligación a los comercios de contar con vidrieras y una iniciativa para bajar la cantidad de publicidad callejera.
No es todo. Macri también reflotó un listado de 41 bienes inmuebles que tiene la Ciudad de Buenos Aires para solicitar que los legisladores le permitan rematarlos (entre ellos figura un predio de 18 hectáreas en el partido bonaerense de Ituzaingó donde se encuentra el Hogar de Ancianos Martín Rodríguez) y un proyecto para la construcción de un shopping en el barrio porteño deCaballito.
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