Colón yace a la espera de una mudanza que aún no está resuelta |
Un nuevo acuerdo entre el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri y Cristina de Kirchner sobrevuela en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. En principio se trata de tres proyectos que no impactarán sobre el territorio de la Capital Federal, pero que ya son polémicos. Uno es el traslado del monumento a Cristóbal Colón considerado un genocida por la política K, pero que lo sería tanto si la estatua que lo recuerda se alejara del parque que lleva su nombre y que ha sido incorporado a la Casa Rosada, como sus jardines personales. Otro traslada los lugares que fueron centros clandestinos de detención a la órbita nacional, dejando que Macri evite de ocuparse de esos asuntos que podrían resultarle incómodos. También se prevé la conformación del llamado ente del transporte que podría derivan en que de una buena vez Macri tomara a su cargo las líneas de colectivos que transitan exclusivamente el área porteña y mejorar la vida de los vecinos si al menos esos micros cumplieran condiciones clave en la mejora de la calidad del servicio.
Todo eso, ya hace suponer que el PRO se animaría a incluir en el nuevo paquete el viejo proyecto Solares de Santa María, megaemprendimiento de lujo para asentar en la costanera sur a orillas del Río de la Plata, que ya lleva años intentando ver la luz del recinto legislativo.
Tras la charla de Cristina con Macri
reviven viejos proyectos de ley
por Patricia García
para Ambito Financiero
No solamente la mudanza del monumento a Cristóbal Colón será resultado de las conversaciones que vienen manteniendo el Gobierno porteño y el nacional. Hay proyectos que interesan al kirchnerismo y al PRO que ya tienen prioridad en la agenda de la Legislatura porteña que comenzará sus actividades mañana.
En principio, tal como anticipó este diario, para que el traslado del monumento se haga, el macrismo deberá modificar una ley sancionada a fines del año pasado, pero que requiere una nueva aprobación tras la realización de la audiencia pública de rigor que se hará a fines de este mes. Se trata del proyecto que otorga protección especial al corredor sobre la avenida Leandro Alem desde el Palacio de Correos hasta la Aduana y que refuerza, de ese modo, la preservación que el PRO le otorgó a la estatua de Colón para impedir que el Gobierno nacional la quite de los jardines de La Rosada y la lleve a Mar del Plata.
Ahora el monumento será cambiado de lugar, pero quedará dentro de la Ciudad de Buenos Aires, para lo cual debe modificarse la ley que se debatirá en la audiencia o bien no ver nuevamente la luz del recinto porteño.
A eso se suma un acuerdo que ya firmaron la administración macrista y la kirchnerista para traspasar el Instituto Espacio para la Memoria (IEM) a la órbita del Gobierno nacional, a pesar de los rechazos que genera el convenio al considerar que la Ciudad ya no tendría injerencia en un tema clave dentro de la política de los derechos humanos.
Además, ya está en la agenda de Labor Parlamentaria de la Legislatura porteña el proyecto para terminar de conformar el ente de transporte, también una iniciativa que impulsa el kirchnerismo.
El convenio de transferencia de los espacios donde funcionaban centros clandestinos de detención en la Capital Federal fue anunciado a principios de febrero pasado. Se trata de la transferencia a la Nación del cuidado de esos lugares y también de la dotación del personal que trabaja en ellos y que actualmente dependen de la Ciudad de Buenos Aires. El acuerdo incluye los excentros de detenidos-desaparecidos que se conocen como Virrey Cevallos, Atlético, Olimpo, Automotores Orletti y el ex Casino de Oficiales de la ESMA, la enfermería, el Pabellón Coy, la imprenta y el edificio donde se proyecta el Museo del Terrorismo de Estado. Esos lugares están gerenciados y administrados por el IEM, un organismo autárquico del Gobierno macrista. El kirchnerismo dirá que será más eficiente el cuidado y el gerenciamiento de esos espacios si pasan directamente a la administración nacional, pero Jorge Capitanich, cuando explicó los alcances del acuerdo aseguró que el IEM no será disuelto, aunque será una decisión del propio Mauricio Macri.
En principio se opondrán los legisladores del combo UNEN, pero si hay acuerdo entre el PRO y el Frente para la Victoria los votos sobrarían para ratificar el convenio y llevar adelante sus objetivos.
Otro punto en el que buscan avanzar las dos administraciones es en concretar el funcionamiento de la llamada Agencia Metropolitana del Transporte o Ente de Transporte, que ya llegó a tener varias reuniones conjuntas para coordinar las políticas en la materia, pero no avanzó en concreto. Ahora se trataría de aprobar en la Legislatura la creación de ese organismo y su conformación para llevarlo a la práctica.
Si la sintonía sigue, tal vez el Gobierno nacional logre que el porteño se haga cargo, por ejemplo, de la treintena de líneas de colectivos que circulan dentro de la geografía de la Ciudad de Buenos Aires.
La semana pasada fue el debut del ciclo legislativo pero con una sesión forzada por la oposición para hacer reclamos por la gestión en el área educativa. Fue el estreno, a su vez, de los legisladores que ocupan bancas desde diciembre pasado, pero recién el viernes Macri inauguró formalmente las sesiones que comenzarán este jueves.
En principio, tal como anticipó este diario, para que el traslado del monumento se haga, el macrismo deberá modificar una ley sancionada a fines del año pasado, pero que requiere una nueva aprobación tras la realización de la audiencia pública de rigor que se hará a fines de este mes. Se trata del proyecto que otorga protección especial al corredor sobre la avenida Leandro Alem desde el Palacio de Correos hasta la Aduana y que refuerza, de ese modo, la preservación que el PRO le otorgó a la estatua de Colón para impedir que el Gobierno nacional la quite de los jardines de La Rosada y la lleve a Mar del Plata.
Ahora el monumento será cambiado de lugar, pero quedará dentro de la Ciudad de Buenos Aires, para lo cual debe modificarse la ley que se debatirá en la audiencia o bien no ver nuevamente la luz del recinto porteño.
A eso se suma un acuerdo que ya firmaron la administración macrista y la kirchnerista para traspasar el Instituto Espacio para la Memoria (IEM) a la órbita del Gobierno nacional, a pesar de los rechazos que genera el convenio al considerar que la Ciudad ya no tendría injerencia en un tema clave dentro de la política de los derechos humanos.
Además, ya está en la agenda de Labor Parlamentaria de la Legislatura porteña el proyecto para terminar de conformar el ente de transporte, también una iniciativa que impulsa el kirchnerismo.
El convenio de transferencia de los espacios donde funcionaban centros clandestinos de detención en la Capital Federal fue anunciado a principios de febrero pasado. Se trata de la transferencia a la Nación del cuidado de esos lugares y también de la dotación del personal que trabaja en ellos y que actualmente dependen de la Ciudad de Buenos Aires. El acuerdo incluye los excentros de detenidos-desaparecidos que se conocen como Virrey Cevallos, Atlético, Olimpo, Automotores Orletti y el ex Casino de Oficiales de la ESMA, la enfermería, el Pabellón Coy, la imprenta y el edificio donde se proyecta el Museo del Terrorismo de Estado. Esos lugares están gerenciados y administrados por el IEM, un organismo autárquico del Gobierno macrista. El kirchnerismo dirá que será más eficiente el cuidado y el gerenciamiento de esos espacios si pasan directamente a la administración nacional, pero Jorge Capitanich, cuando explicó los alcances del acuerdo aseguró que el IEM no será disuelto, aunque será una decisión del propio Mauricio Macri.
En principio se opondrán los legisladores del combo UNEN, pero si hay acuerdo entre el PRO y el Frente para la Victoria los votos sobrarían para ratificar el convenio y llevar adelante sus objetivos.
Otro punto en el que buscan avanzar las dos administraciones es en concretar el funcionamiento de la llamada Agencia Metropolitana del Transporte o Ente de Transporte, que ya llegó a tener varias reuniones conjuntas para coordinar las políticas en la materia, pero no avanzó en concreto. Ahora se trataría de aprobar en la Legislatura la creación de ese organismo y su conformación para llevarlo a la práctica.
Si la sintonía sigue, tal vez el Gobierno nacional logre que el porteño se haga cargo, por ejemplo, de la treintena de líneas de colectivos que circulan dentro de la geografía de la Ciudad de Buenos Aires.
La semana pasada fue el debut del ciclo legislativo pero con una sesión forzada por la oposición para hacer reclamos por la gestión en el área educativa. Fue el estreno, a su vez, de los legisladores que ocupan bancas desde diciembre pasado, pero recién el viernes Macri inauguró formalmente las sesiones que comenzarán este jueves.
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