Sin rastros de un polvorín en el Botánico - I

La historia del Jardín Botánico de Buenos Aires, cuenta que, además de haber sido vivienda del máximo jardinero de la ciudad, el paisajista francés Carlos Tahys, anteriormente en ese predio existió un polvorín.
Un estudio arqueológico, del arquitecto Daniel Schavelzon, cuenta en cambio que en 1986 se había realizado una pequeña excavación en los terrenos del botánico donde pareció encontrarse una construcción antigua semienterrada debajo de un invernadero.
Para el investigador era «indudable que solo una exploración de mayor envergadura podrá dilucidar varios problemas que apenas podemos destacar aquí»,como la existencia de un  Polvorín.
En ese momento se hizo un informe al tiempo que la difusión se transformó en una noticia destacada, pero era solo un informe preliminar.
"Se habló además del  hallazgo casual de una moneda de 1827 en un sitio cercano a este lugar, lo que generó más publicidad. Así,la atribución del sitio al Polvorín se estableció como una certeza al grado que en 1990 hubo un fallo de la Justicia para evitar la privatización del sitio basado en que había ruinas históricas, por lo que no debía quedar fuera del Estado", cuenta en el informe final recientemente difundido el especialista.
" Nuestras hipótesis eran verdades. Fue tan grande el conflicto de intereses económicos desatados que, en el año 2000, se destruyó el conjunto dejando solo la construcción superior, lo que aumentó el peso del mito ya transformado en indiscutible".


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