Macri festeja polarizar y en PRO dudan de PASO

Por: Patricia García para Ambito Financiero
FÓRMULA SCIOLI ANIMÓ REUNIÓN DE GABINETE CON ARREPENTIDOS DE REALIZAR LA INTERNA PROPIA EN AGOSTO

 Mauricio Macri y su gabinete dibujaron una suerte de algarabía sobre el anuncio de la fórmula presidencial que integran ahora Daniel Scioli y Carlos Zannini. El jefe porteño y sus funcionarios se encontraron ayer a la mañana en la habitual reunión que se celebra ahora semanalmente en la sede de Parque Patricios del Gobierno porteño y la novedad del martes a la noche fue el tema central. No arrimaron ningún comentario que sugiriera una amenaza para la competencia electoral, pero sí hubo reconocimientos a que para el gobernador bonaerense se fortalece su posición ya que el grupo PRO descartaba que Scioli seguirá solo en carrera como el candidato oficial a la presidencia. "Es la continuidad", repetían los ministros dándole el sí a Macri.

"Esto profundiza la polarización", sintetizaban los funcionarios para agrado del candidato presidencial. Entre otros estuvieron Néstor Grindetti, también el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y el secretario Marcos Peña, que sonó más fuerte como eventual candidato a vicepresidente de Macri. (Ver nota aparte.)

Pero además alentaron al jefe de Gobierno a considerar que la fórmula del peronismo coloca al combo Cambiemoscon más distinción para contraponerse a la propuesta oficial. Ese grupo competirá en las PASO entre Macri, el radical Ernesto Sanz y Elisa Carrió, en una interna que no convence a todos en el PRO.

Macri dejó claro que "ellos (Scioli-Zannini) representan la continuidad y los doce años de este Gobierno". Entonces se fortaleció la idea de que "el cambio" condensará el antikirchnerismo con el que seguirá impregnando su campaña.

"Scioli es la continuidad total", le reforzaron los funcionarios al jefe de Gobierno porteño y estimaron "totalmente predecible" la conformación de la fórmula.

Pero casi por lo bajo, ante la imposibilidad de modificar acuerdos, sobrevoló otra idea que algunos en el gabinete PRO la atribuyen a mentores como Peña o Emilio Monzó, quien ayer no estuvo presente. Es la de considerar -casi como lo hizo el Gobierno al cerrar la fórmula de Scioli- que las PASO programadas del combo Cambiemos no se ven ahora como la mejor opción para el macrismo, que da por ganador de esa interna, claro, a su jefe.

Ante la confrontación con una fórmula K única, Macri se verá obligado a competir con otros dos aspirantes bajo un mismo sello en la elección interna, lo cual es aritmético para resultar con una merma de votos, aunque recuperara en las generales, si gana las PASO, el total que sacara la alianza. También el PRO querría dar la competencia pura en las PASO con un único candidato, Macri.

"No hay espacio para suspenderlas", remarcó uno de los adherentes a mantener la alianza que por estas horas está en puja por el armado de las listas a legisladores en todos los distritos del país. Esa discusión ya la tuvo el PRO cuando finalmente consideró que "la nueva política" se luciría con un ejercicio democrático de elección abierta, fundamento que repetirá durante la campaña para explicar la interna. Como sea, nadie dentro del macrismo quiere subir el tono de ese pensamiento, cuando son horas de alentar la paz interna en procura del cierre de las listas, cuyo plazo de presentación vence el sábado que viene.

En cambio, que como sea el jefe porteño se entregará a la polarización contra el kirchnerismo, lo cual fue considerado un beneficio electoral, fue la principal conclusión de la mesa de ayer en el Gobierno porteño.

Así salió Macri de la reunión, diciendo que "a mí no me sorprendió; han presentado una fórmula con un gobernador y el secretario de Legal y Técnica. Hay una ratificación de continuidad y nosotros expresamos el cambio".

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