Calle Florida, historia y curiosidades I




Se extiende del 1 al 1099 y esas cuadras atraviesan dos barrios: San Nicolás y Retiro.
Se la conoció como “la del Empedrado”  y oficialmente se la denominó San José en los planos de 1794; Unquera según la cartografía de 1810; Florida, en 1822, luego Perú y Florida nuevamente en1857.
Nace al 600 de la avenida Rivadavia, barrio San Nicolás y se pierde en Plaza San Martín, Retiro.


Es la peatonal de Buenos Aires, que nace a metros de la Plaza de Mayo, la vidriera para el turismo y  un caso de cómo el uso puede convertir el paisaje urbano sin planificación previa. El deterioro va borrando la historia de esta calle que, entre otras particularidades vio edificar el primer rascacielos de la ciudad, la Galería Güemes. Su historia es mucho de la historia de Ciudad de Buenos Aires. Y la del país.

calle Florida, Ciudad de Buenos Aires
Peatonal Florida

Para recordar 


Mariquita Sanchez de Thompson alternaba la vida social con la política en una casa de la Calle Florida. Paseaba sus amores y se reunía con los revolucionarios.
Por Florida se desfiló Urquiza, en 1852, su victoria de Caseros. Y en esa calle, que nació con lujos y brillos, se instaló el primer teléfono de Buenos Aires. Las casas lucían de la mano de los esclavos, tan cerca de la Plaza Mayor.
Hoy convertida en un centro comercial en decadencia, Florida acuña aún buena parte de la historia Argentina.

La principal peatonal porteña nació sin esa intención y fuera del trazado central que Juan de Garay diseñó (y repartió) en la Segunda Fundación de Buenos Aires, ciudad de La Trinidad. Mucho antes de su destino actual, Florida se llamó San José, calle del Correo, Calle del Empedrado.
Pasadas las Invasiones inglesas, se le cambió el nombre por Unquera, evocando a Baltasar Unquera, el edecán de Liniers que murió en combate.

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En sus Memorias, escritas por 1900, Lucio V. Mansilla, recuerda que “iban poco a casa Misia Marica Thompson , lo mismo que Misia Florencia (Lezica) su hija. Pero mi madre las tenía siempre en los labios citándolas como ejemplares de cultura, y con frecuencia me mandaba a visitarlas. La casa de Misia Mariquita en Florida, mirando al oeste, entre Piedad y Cangallo, con grandísimo patio, era una mansión que me infundía respeto, un no sé qué”.

La casa de Mariquita quedaba en Florida 98 -por entonces Unquera- , actualmente con la numeración 271 ó 273 casi Perón (ex Cangallo). Se cantó el Himno Nacional Argentino por primera vez, y se alojó también la Logia Lautaro que integró José de San Martín, en aquella mansión.

Pero no todas las terturlias eran exclusivas de Mariquita. Dice Santiago Calzadillas en Beldades de mi tiempo que “las más espectables eran las que se daban por la señora de Rojas frente a la casa de misia Mariquita Tompson en la calle Perú”.

La casa más antigua de la Ciudad de Buenos Aires, asegura Pastor Obligado en sus “Tradiciones de Buenos Aires”, estaba en Florida 61 (hoy casi Diagonal Norte). Cuenta que
“asi, por lo menos, lo dice una contemporánea que ha de saberlo, la cual agrega, para documentar su informe, que fue edificada en el siglo XVIII por Don Melchor de Albín, Administrador de Correos del tiempo del Virrey Sobremonte”.

Cuando se llamaba San José, en el siglo XVIII, transitar los días de lluvia por Florida era imposible. “Su cauce, fangoso o polvoriento según la veleidad de los meteoros, se interrumpía hacia el norte por el zanjón de Matorras, más o menos a la altura de la actual calle Córdoba”, describe José Luis Lanuza, en Cuadernos de Buenos Aires (1947).


Más al norte, se encontraba el depósito de esclavos de la compañía del Mar del Sur “cuya pestilencia infeccionaba persistentemente las brisas del río”.

Según Lanuza, Florida no fue la primera calle empedrada de la Ciudad de Buenos Aires, porque aseguran que esa técnica se inició para las boca calles y la actual calle Bolívar donde está la Iglesia de San Ignacio. Pero Florida fue conocida como la calle del empedrado porque fue de las primeras y más cercana a la Plaza Mayor que fue beneficiada con la mejora.

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